DIA 8. LAS MUJERES VALEMOS "PA TO"

Andaba yo pensando ayer, que de verdad las mujeres " valemos pa to".

Me levante a las 6:30 para llevar a mi marido al trabajo y así poder quedarme con el coche, (el suyo esta en el taller).

Llegue a casa y me deje la comida lista por si me retrasaba mucho en la consulta de mi doctora que me tocaba revisión.

A las diez en punto de la manana estaba yo allí pero ella no. Me toco esperar y salir como a las 11:30.

Después de eso y aprovechando la cercanía del Mall, (centro comercial), me pase por una tienda de descuentos (TJ Maxx, otra de mis preferidas) a mirarle un vestido para una boda (bueno, bonito y barato) a mi hermana.

Móvil en ristre, le fui ensenando por "whatsApp" todas las opciones con sus respectivos precios, hasta que tuvimos "quorum"  y encontramos el modelito perfecto. 

Tengo que deciros que mi hermana es guapísima y todo le queda de maravilla. Pero estoy segura de  que con este traje va a arrasar.

Es una forma de estar con ella y contarnos todo al momento, !y eso no tiene precio! ademas de ser gratis como todas sabéis. !Nos encontramos muy lejos como para hacer una llamada!

La echo un montón de menos, estamos en esa edad las dos que nos necesitamos,(yo mas a ella), y como solo nos vemos por vacaciones, machacamos el "skipe" dos o tres veces por semana, amen de darnos un toque al whatsApp para conectarnos por facebook y contarnos algo urgente.

Pues sigo mirando por la tienda toda ufana y creyéndome una "fashion killer" (creo que quiere decir algo así como que entiendo mucho de moda) cuando recibo una llamada de mi marido diciéndome que un amigo nuestro que vive fuera viene a cenar y que : "ya sabes carino lo que le gusta la cocina espanola".

Pues su" carino" maquina rápidamente un menú de tres platos, (no sabéis como come ese hombre), y como aquí se cena a las 7 de la tarde (noche para ellos), pues me tenia que dar prisita.

Pensé que una ensaladilla rusa, (siempre me la pide), un pastel de carne con tortilla de patatas (algo nuevo), y un arroz caldoso de marisco que quería mi amado, seria suficiente. 

Pero me faltaba algo, un molde de esos que tienen un agujero en el medio, para que el pastel me quedara mas bonito.

Subo rápidamente al departamento de cocina, y lo encuentro bien de precio, así que me lo llevo.

Pago rápidamente y salgo de allí.

Camino del coche me llama mi hijo que esta en la playa, y que hace un día estupendo, que me vaya con el.

Llego a casa, hago un sándwich para cada uno y me bajo a la playa. La manana ha dado mucho de si y ?porque no me voy a dar un merecido descanso?

Después de muchos días nublados y ventosos, por fin sale el sol y parece que todo el mundo ha pensado como nosotros. 

La playa esta llena de americanos que huyen del frío de sus respectivas ciudades nortenas.

Me doy un largo paseo por la orilla y !que ven mis ojos! una cama balinesa de esas que dan masajes protegida por un canopi.

Me acorde de vosotras y saque una foto con el móvil.

Ni corta ni perezosa me acerco a preguntar la tarifa y si me podían atender en ese momento.

!Bingo!

Pues allí que me tumbo a darme un relajante masaje en mis doloridos músculos (no os he dicho aun  que tengo fibromialgia) y escuchando voces en ingles de alguien que llamaba a un tal Bryan, como los morancos  en la "omaita" buscando al !Joshuaaaa!, me aislé del mundo y solo escuchaba el ruido de las olas como música de fondo.

Era tan reconfortante pensar que me estaba regalando algo para lo que nunca tengo tiempo, que tenia que hacer mínimo una vez al mes, y que suelo hacer una vez al ano, que lo disfrute mas que el primer libro de 50 sombras de Grey!

Cuando volví a casa y pensé en todo lo que tenia que cocinar, me dije que si me sentaba en ese momento, cenábamos pizza.

Así que me puse manos a la obra.

Quedo todo listo y puse una mesa preciosa. 

Disfrutamos de una agradable cena y conversación.

Pero como aquí se empieza tan pronto, también se acaba pronto.

Y no eran mas de las diez de la noche (impensable en España),

 cuando me retire a mis aposentos, abrí mi libro, leí dos paginas y caí suavemente en los brazos de morfeo.

Carinos,

emeka

P.D. Mi ordenador ha muerto y le he cogido prestado a mi marido el suyo, pero tiene el teclado americano y el idioma de Shakespeare no entiende de acentos ni de la e;e de Espa;a. Y el corrector es tan malo, que no corrige todo, así que me tenéis que perdonar.