lunes, 14 de enero de 2013

DIA 2. KILOS.







¿Y de los kilos, que me decís de los kilos?

Vale que mis circunstancias fueron especiales porque con 38 años tuve que operarme de tres hernias discales, y antes de eso me inflaron a cortisona en inyecciones.
Vale que tuve que guardar seis meses de semi reposo con corsé metálico que no podía quitarme ni en la ducha.
Vale que casi tuve que aprender a caminar cuando volví al mundo de los vivos y tarde diez meses en trabajar de nuevo y hacer una vida normal.
Pero en todo ese tiempo yo no engordé, me cuidaba muchísimo y conseguí volver a ser la misma de siempre. 
Después de lo traumática que fue la operación, sólo con poder hacer la compra y la comida me sentía la reina de los mares.
Pero cuando soplé las velas de mi tarta de 40 cumpleaños, ya noté que un flotador incipiente se había instalado en mi estómago, me había cogido cariño y amenazaba con quedarse conmigo como recuerdo de la cortisona.
Mi vida siguió su curso, el trabajo me daba mi lugar en el mundo y aunque a veces no podía ni levantarme de la cama, yo seguía haciéndolo cada día con el mayor de mis agradecimientos hacia el cirujano que me apartó de la silla de ruedas. Deberían hacerle un monumento a ese hombre, !bendito sea!
Logré salir de aquello y a veces ni me acordaba de la operación, es más, a día de hoy sólo me acuerdo cuando tengo que levantar peso.
Todo esto lo cuento para deciros que no puedo hacer apenas ejercicio, sólo andar y un poco de bicicleta estática.
Pero cuando me llegó la inesperada menopausia, empecé a coger kilos de forma lenta pero segura.
Tuve que cambiar mi domicilio a otra ciudad de España por motivos de trabajo de mi marido, y yo perdí el mio. Y ahí empezó mi calvario.
Al principio me distraía con la lectura, internet, las compras y la casa.
Fueron tres años en los que aumenté por lo menos cinco kilos.
Pero no queda ahí la cosa, vino el segundo cambio y esta vez fue de continente.
Mi inactividad fue en aumento, un país extraño con costumbres tan distintas a las nuestras acabó con mi buen ánimo y me obsequió otros cinco kilos más en dos años.
El tercer destino en el que me encuentro y en el que llevo apenas un año, ya me lleva regalado cuatro kilos.
Total, 14 kilos del ala que no se como quitarme y parece que se multiplican exponencialmente.
Con menopausia o sin ella, he empezado el nuevo año a dieta.
No penséis que en todo este tiempo he comido todo lo que he querido y me he tumbado a la bartola, no, no, no. Nada mas lejos de la realidad.
He luchado incansablemente con todos los métodos habidos y por haber que he encontrado a mi alcance, los más sin éxito alguno. He perdido tiempo y dinero. !Ah y autoestima!
Y aquí me tenéis después de dos Roscones de Reyes en mi organismo, (las Navidades siempre las paso en España), luchando a brazo partido una vez más.
Me digo cada día que esta vez va a ser la definitiva, que esta dieta es la mejor, que si paso de la primera semana, me regalo un anillo de brillantes; cosa que no me atrae nada, por cierto.
Quiero estar normal, no parecer embarazada de 8 meses, porque lo cruel es que todo esta en mi barriga.
Quiero ser atractiva y sentirme bien conmigo misma.
Quiero que la menopausia acabe, aunque no quiero ni leer sobre el tema, por si después es peor.
En definitiva quiero ser la que fui y soy consciente de que el tiempo tiene que pasar para mi y para  todos.
Pero no puedo evitar mirar con envidia a las mujeres que seguro tienen mi edad o más y permanecen delgadas como palos.
Mis mejores deseos para todas ellas y mi solidaridad para las que se encuentren como yo.
Cariños,


emeka












2 comentarios:

  1. Tu estas guapa hasta con tus kilitos .Yo tambien llevo unos pocos entre menopausia y que deje de fumar .Pero bueno lo llevo con dignidad y verguenza torera .Lo cual no quiere decir que me guste tenerlos .Simplemente es un esfuerzo tan grande para mi que no me compensa .No estoy yo por esclavizarme mas de lo que la vida esclaviza .Un beso y sigue escribiendo

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  2. Gracias Inma por lo de guapa, jajaja. El tema esta que no puedo cargar en mi delicado esqueleto una mochila con 14 kilos como si fueran piedras. Es lo que me ha dicho el medico en mi ultima revision, asi que yo sigo con mis buenas intenciones, a ver si esta vez lo consigo!

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