lunes, 14 de enero de 2013

DIA 3 ON SALE. REBAJAS.






DIA 3
Hola a todas,
Estaba yo pensando que el día 2 con la intención de poneros un poco al día de cómo he llegado al peso que tengo, ha resultado un poco serio.
Quería haceros reír contando mis peripecias en esta bendita tierra cuando voy a una tienda a comprar ropa.
Antes me gustaría poneros en antecedentes.
Resulta que aquí como en todos sitios, hay lo que llaman tiendas por departamento (para las españolas El Corte Inglés), que son caras cuando empieza la temporada, y donde en rebajas (Sales), hacen descuentos que llegan de un 50% al 85%.
¡Vamos no te regalan la ropa para que te la lleves a tu casa de milagro!
Lo más atractivo de estas rebajas o ¨sales¨, es que hay mucha ropa de marca, Ralph Lauren, Calvin Klein, Michael Kors, Dona Karan y un largo etcétera que sería interminable.
Como habréis imaginado después de ver estos diseñadores,  me encuentro en el continente americano.
Pues bien, hace unos días fuimos mi hijo y yo a un Centro Comercial (Mall, pronunciado mol), donde hay una de estas tiendas por departamentos que se llama ¨Macy´s¨.
Cuando entramos cada uno se va a lo que le interesa, y el que acabe primero se sienta en la zapatería a esperar al otro. Tengo un hijo muy civilizado y ¡muy bien educado!
Así que entré en el departamento de ropa femenina como un elefante en una cacharrería.
Siempre busco con mi maravilloso radar los percheros de ropa con carteles rojos que indican 85% y 75% ¨sales¨. Me atraen como un canto de sirenas, es que no me puedo resistir, me gusta comprar marcas y barato, que le voy a hacer.
Deambulé entre ellos con una mezcla de asombro y curiosidad, sin apenas creerme que podía estar toda esa cantidad de mercancía allí esperándome para que yo la cogiese.
Me hubiera hecho falta un carrito de supermercado para ir echando todo lo que encontraba irresistible, pero no; mi brazo cada vez iba más cargado y mi movilidad iba decreciendo a medida que me adentraba en los corners de firmas.
Una avispada vendedora que hablaba español, algo muy común aquí, se presentó y me descargó del tráiler de ropa que llevaba en mis brazos.
Liberada de nuevo, me dirigí a las dos firmas que mas me gustan y empecé a escoger, muy fina yo, todo lo que había de mi gusto y talla.
Una vez terminada la selección, llega el segundo paso: el probador.
Encontré a la vendedora que amablemente me había guardado la ropa, y una vez dentro del cubículo ese con espejo de cuerpo entero, me dispuse a desnudarme.
Una imagen a la que no quiero mirar muy a menudo, me devolvió a la realidad de mis hechuras.
¿Habría cogido la ropa de mi talla, o simplemente me había dejado llevar por la extensa oferta y por el cariño que me tengo a mi misma?
Bueno, eso era fácil de comprobar.
Empecé meticulosa y ordenadamente a sacar la ropa de sus perchas, cosa harto difícil desde que han inventado esas tiritas que se suponen que ayudan a que la ropa no se caiga, y que se enredan de una forma increíble.
Pues con toda la parsimonia y los bochornos de calor que me dan, que me entran ganas de arremeter con los cuernos que no tengo como si de un toro de miura se tratara, contra la puerta del probador y pedir a voz en grito que subieran el aire acondicionado, empezó mi irritante ¨fitting¨ (pruebas).
No exagero si digo que tenía por lo menos 25 prendas.
Pues ni una me gustó. No había errado tanto en la talla ni en los modelos, como en el momento escogido. No digo más.
Así que muy calladita, y huyendo de la amable vendedora, que pensaba que conmigo iba a hacer su agosto en comisiones, me dirigí hacia la zapatería, donde mi hijo esperaba paciente chateando con su móvil y nos dirigimos hacia el parking a coger el coche.
¿Las rebajas? Buenísimas, de verdad.
Y me salieron tan baratas que casi vuelvo con más dinero del que salí de casa, jajaja.

Cariños,

emeka

2 comentarios:

  1. Ja, ja, ja! Yo también he entrado en un probador con mil prendas, y lo peor: la isma prenda en dos tallas...;-( y en una no entro y la otra..en fin, que agradezco la moda de camisetas largas y amplias,

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    1. Y tu que lo digas, Africa! Yo también agradezco esa moda, nos favorece un montón, jajaja.

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