Hola amig@s,
No me gustan los finales.
Cuando llegan las últimas páginas de un libro, leo mas despacito para saborear el texto antes de que se acabe. Sólo lo hago a buen ritmo si se que hay una segunda parte, tercera...
Tuve un noviazgo largo, y lleno de despedidas.
Lo mas cerca que estuvo mi amado viviendo fue a 500 km de distancia de mi ciudad.
Y tuve largos finales, tristes, románticos y melancólicos en fríos aeropuertos y atestadas estaciones de tren.
Con las películas me pasa igual, y podría seguir con un montón de ejemplos que os podrían demostrar que las palabras ¨ The End¨ no son de mis favoritas.
Ahora llega el final de una larga estancia en mi país, donde he disfrutado de mi familia y amigos.
Pero se que cuando llegue el momento de coger mi tarjeta de embarque y caminar hacia la larga fila que se forma para pasar el control de seguridad, no querré mirar atrás y sin embargo lo haré.
Allí estará mi adorada hija y su marido, las últimas caras conocidas y amigables que veo siempre que dejo mi tierra.
Mientras voy cojeando quitándome los zapatos, y sacando la tablet del bolso, unas lagrimillas quieren salir de mis ojos, y un nudo que no me permite hablar me aprieta la garganta.
Me resisto a tener que dejar lo que amo, aunque se que me recibirán en mi destino, la otra parte que completa mi corazón.
Y entonces, después de doce horas de viaje entre esperas y vuelos, la aduana de mi destino me recibe fría y protocolaria dejándome existir tan solo a través de mi pasaporte.
Busco mi equipaje y salgo anhelando ver esas otras caras que dan razón a mi vida. Un hijo veinteañero que me abraza y con el que tengo que ponerme de puntillas para besarlo. Un hombre maduro, con quien también me tengo que poner de puntillas para besar, pero que su abrazo se hace más largo y cálido a medida que nos vamos haciendo mayores.
Su cuerpo me hace estremecer y me dice de su soledad sin mi, sus ojos me reciben con un cariño infinito y entre sus brazos me siento ¨en casa¨.
El 17 de marzo de 1979, ese hombre me pidió que fuera su novia.
Han pasado 34 años de finales y reencuentros, y es casualidad que en esa fecha viaje otra vez hacia él.
Pero tengo la sensación de que después de un ¨ adiós¨, viene un ¨ hola ¨, casi siempre.
Y ese ¨ hola ¨, es algo a lo que no quiero renunciar, por mucho que no me gusten los ¨ adioses ¨.
Cariños,
emeka
Que bonito Mayka!! Todos hemos tenido el corazón dividido en alguna ocasión, pero lo bueno es el reencuentro, disfrutar de los ratos juntos y saber que están bien, que están ahí.
ResponderEliminarBesos!!
Hola Trini, llevas razón en todo. Me quedo con los reencuentros, jajaja. Besos para ti y toda tu familia!
EliminarAY MAyka, cómo te entiendo... quizás no tenga tantas despedidas encima pero creo que sí llevo demasiadas para mi edad. Me has emocionado al leerte porque siento exactamente lo mismo cada vez que debo decir adios.
ResponderEliminarMe fui con recién cumplidos 18 años a estudiar lejos de mi ciudad de origen, desde entoences no he vivido más que una despedida tras de otra (y, como sabes, cada vez me voy más lejos...). Despedirme de mi familia, de mi pequeña hermana (quien solo tenía 7 años cuando le dije adios por primera vez), de mis novios (los diferentes que fui teniendo a lo largo del tiempo) y, en especial los "adios" más dificiles que he dicho jamás, los que tuve que dar a quien ahora es mi marido.
Los adios son complicados, duros, dolorosos.. pero, como todo en esta vida, está la otra cara de la moneda, los "hola"... como bien describes en tu post de hoy.
Dentro de esos "hola" estaré yo, que en la medida de lo posible, intentaré sea caluroso y calme tu corazón.
Sabes que me tienes para lo que quieras, tenemos que apoyarnos entre todos ;).
UN abrazo ENORME, MUCHA FUERZA, AÚN MAS ÁNIMO Y DISFRTA DEL TIEMPO QUE AUN TE QUEDA ALLÍ.
Un besazo ENORME.
http://docecuarentaycincopm.blogspot.com/
Hola Izaskum, gracias por tus palabras. Si algo he aprendido de todos estos años es la gente tan maravillosa que se conoce por el camino, y tu eres un ejemplo perfecto de lo que digo. Seguro que mañana cuando coja el avión sólo pensaré en ¨mis chicos preferidos¨, como yo les llamo, y en el reencuentro, como dice mi amiga Trini. Nos vemos pronto!!!
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